viernes

Cuervo


Cuervo, originally uploaded by Santiago Casares.

lunes

Radioactivo


Radioactivo, originally uploaded by Santiago Casares.

jueves

Work in progress - 5

Lo que sigue es una historia todavía en desarrollo. Cualquier comentario para ir mejorándola es agradecido. Para leer la parte anterior de la historia vayan aquí.

El detective regresó al hotel acompañado de un joven no más de 18 años llamado José X. No le salía pelo alguno en la cabeza, y en su lugar tenía varios plugs de donde salían cables que se volvían a conectar en distintas partes de su cuerpo. Detrás de unos lentes oscuros, tenía en uno de sus ojos una cámara ilegal conectada a un superprocesador integrado en su corteza cerebral. Vestía ropa sintética que cambiaba sutilmente de color dependiendo la hora del día, y en su mano traía una pequeña maleta con todo el equipo que necesitaría.

Entraron a la habitación, y vieron que la mujer seguía perdida en sus sueños.

Se pusieron a su alrededor, la movieron ligeramente para que quedara boca arriba. Entonces el hacker sacó unos cables de su maleta, una computadora de bolsillo y un monitor de ondas cerebrales. Conectó todo, encendió la computadora y arrancó una aplicación específica.

"¿Listo?" preguntó José X, mientras extendía un plug hacia la mujer.

El detective le respondió "veamos quien es y porqué vale tanto."

El hacker insertó el plug en el receptor en el cuello de la mujer, y sus dedos comenzaron a moverse a una velocidad impresionante, mientras se adentraba a los recuerdos de la chica.

La pantalla de la computadora comenzó a mostrar imagenes, que parecían sueños... incluso apareció el detective. Pero cuando el hacker profundizó su entrada ilegal al cerebro de la chica, comenzaron a aprarecer recuerdos que dejaron literalmente con la boca abierta al detective.

©2005 Santiago Casares

martes

Flamingo (detalle)


Flamingo (detalle), originally uploaded by Santiago Casares.

lunes

Flamingo


Flamingo, originally uploaded by Santiago Casares.

viernes

Work in progress - 4

[Ojo: este episodio fue editado]

Lo que sigue es una historia todavía en desarrollo. Cualquier comentario para ir mejorándola es agradecido. Para leer la parte anterior de la historia vayan aquí.


La habitación del hotel era pequeña, pero por ese precio no había esperado algo mejor. El establecimiento se encontraba cercano a los puertos, y cómo muchos otros hoteles de la zona cobraban por la hora. Pero la ventaja era que en un lugar como ése no podrían encontrarlos, el plug que estaba utilizando para pagar el cuarto no era rastreable, y como era un lugar automatizado no habría nadie que los identificara.

El detective sacó un aparato no más grande que un encendedor del bolsillo de su gabardina, y escaneó la habitación para asegurarse que no hubiera cámaras, micrófonos u otros aparatos de vigilancia. El lugar estaba limpio.

"Todo está bien, puedes entrar" dijo el detective a la mujer que lo acompañaba.

Ella entró cautelosamente. A pesar que él le había ayudado a pasar los peores momentos de la abstinencia de Realidad Virtual en el camino al puerto de Nueva Veracruz, todavía no confiaba completamente en el detective. A final de cuentas, él la había buscado y encontrado por una recompensa.

Ella llegó directamente a la cama, el viaje no había sido fácil para ella ni mentalmente ni fisicamente. Cerró los ojos y su respiración se tranquilizó.

El detective esperó a que ella estuviera dormida profundamente, antes de salir de la habitación. Teniendo sus contactos, no le fue difícil encontrar a un hacker de recuerdos, y quedó de verlo fuera de un café underground llamado La Parroquia, uno de los pocos establecimientos que habían sobrevivido la guerra.

Llegó al lugar acordado, solicitó al mesero un shot doble intravenoso de espresso y esperó. La gente del lugar ni siquiera le prestaba atención, por lo que procuró hacer lo mismo y se puso a ver las últimas noticias en la pantalla de la mesa.

Al poco tiempo una voz le dijo a sus espaldas "¿Márquez?".

© 2005 Santiago Casares