martes

Nueve tazas de café (VI)

La superficie del café comienza a calmarse y poco a poco su reflejo vuelve a aparecer. No sabe por qué, pero disfruta verse ahí, en el café.

A Erika le gusta ir a esta cafetería, y ver a la gente que viene y va. Deja que su imaginación la guíe, especula lo que sucede detrás de las personas: sus vidas, amores, tristezas, enojos y alegrías. Hay veces que escribe pequeños bocetos de lo que se imagina que sucede en sus vidas. Guardando pequeños momentos de vidas especuladas para la eternidad.

No es la mejor escritora pero le gusta tener estos apuntes, estos esbozos de vidas imaginadas que jamás sucedieron, pero que quedarán plasmadas en papel.

Erika levanta la vista y lo ve.

Comienza a sentir como los latidos de su corazón aumentan en intensidad, y se sorprende de encontrarse ruborizada.

Él pide un café, lo paga y se da la vuelta. La cafetería está llena, algo poco usual para los miércoles. Voltea a ambos extremos sin encontrar lugar; entonces se acerca a ella.

“Hola… te molestaría si compartimos la mesa, es que no hay ningún lugar disponible.”

En ese momento Erika desea que alguien esté apuntando un esbozo de este encuentro, cuyo desenlace todavía no ha sido escrito.

©2007 Santiago Casares

1 comentario:

ARIADNA dijo...

Me encantaron tus narraciones eres muy buen escritor, casí pude persivir los sentimientos de tus personajes, los aromas y los lugares, me metiste en tus historias, FELICIDADES.